Doubts [Privado Elizabeta]

-¡Oh, No! que vergüenza! -exclamo -no creo ser capaz de revelarle algo como aquello... seguro se reirá, lo encontrara absurdo e infantil -Se sonrojo.

-río ante la aclaración de la chica- Todos tenemos sueños infantiles, confíe en que no me reiré, de hecho, hasta probablemente tengamos sueños infantiles parecidos... Sí, en el muy fondo de mi, debo admitir que tengo un lado... un tanto infantil -desvió la mirada, muy poca gente sabía eso del Austriaco-

-Bueno... de ser posible desearía seguir los pasos de Alfred~San -Admitió -Desearía poder se mas fuerte y convertirme en una héroe, se que esta mal empleado, pero heroína no es precisamente el termino al que quiero llegar -desvió la mirada, avergonzada -Sin embargo, por sobre todas las cosas... Desearía ser un Caballero -las mejillas de la joven se sonrojaron.

-No está mal el querer ser una persona fuerte, y ojalá fuera así, lo único que le deseo es que no se le contagie aquella adicción por las hamburguesas -rió levemente- Tienen demasiado colesterol, son algo dañinas para la salud -siguió escuchando, y debe admitir que le sorprendió un poco- ¿Realmente aspira a ser un caballero? -se lo tomó con tolerancia- En estos tiempos, es algo bastante posible, con los avances médicos se pueden hacer muchas cosas... Biológicamente hablando, por supuesto -le sonrió-

La húngara rió con el primer comentario ¿hamburguesas? si claro! como si le interesaran.
Sin embargo el segundo comentario de su compañero la desconcerto, mas que eso, la espanto... ¡Que horror!

-No-No me referia a eso!! -replico casi de inmediato -Ese no es tema para mi... he sabido aceptar mi condición de...!!! y estoy bien así!!! -Explico casi desesperada -A lo que me refería era "Caballero" como los de la Edad media!! Por favor!!

-Sus mejillas enrojecieron un poco al haberse confundido. Rió un tanto nervioso- C-Claro, también en aquel a-aspecto se puede ser un caballero.... -Se sintió como la persona más idiota del mundo-

La chica rió ante la reacción de su acompañante... Era normal haber confundido las cosas, pero no podía negar que había sido una experiencia algo incomoda.

-Descuida -Sonrió -Todos cometemos errores -Después de todo, el error del Señorito cambió su humor dramáticamente (en el buen sentido).

- Volvió a reir, algo más tranquilo- Eso es totalmente cierto, suelo traspapelarme algunas veces con el significado de las cosas... -volvió a reír- En fin, no encuentro que su sueñlo sea infantil, para nada -acotó-

La Chica le dedico una mirada maliciosa.

-Bueno, eso lo dice porque solo ha oído una parte -Aclaró -Los sueños no se constituyen de un solo simplemente... ¿No se pregunta usted acaso por qué alguien como yo desearía ser un Caballero?

-pensó un poco, la chica tenía toda la razón del mundo- No, no me lo he preguntado. ¿Por qué usted gustaría de ser un caballero? -preguntó con cierto toque de curiosidad en su refinado rostro-

-Le responderé con otra pregunta... ¿Que seria usted capaz de hacer por la persona que ama?

-lo pensó un poco, era absoluta y totalmente "inocente" e inentendido si del amor se trataba- Ya veo, entonces puedo decir que... -quiso sonar lo más suave posible- el chico de quien gusta usted es una persona muy afortunada -sonrió levemente, y comenzó a pensar en la pregunta en sí-

-¿A que se refiere? -Se exaltó.

¿A que se debía ese comentario?
Quiso recordarle que no era capaz de leer mentes, pero se contuvo lo mas posible.

-No has respondido a mi pregunta! -reprocho mirándolo fijamente con una firme expresión.

- A lo del comentario, me refería aquella persona debe ser bastante afortunada, porque gente como usted es muy escasa, pocas personas tienen su personalidad -habló calmadamente- Y.. Bueno, con respecto a la pregunta... -Desvió un tanto la mirada, le gustaba alguien, pero no lo admitiría por nada del mundo- Nunca he experimentado lo que se siente amar a una persona, por lo que no sabría responderle con exactitud

-¿De que tipo de personalidad me habla? -No sonó como pregunta y su voz sonaba apagada -Es lógico que hayan personas como yo, y mucho menos Chicas... Por lo demás... dudo que aquel se sienta tan afortunado.

Desvió la mirada.
¿Como sobrellevar aquella situación?

-Bueno... si no se ha enamorado es comprensible... Es demasiado Aristocrático como para participar de algo tan descabellado como esto -Repuso seria.

- En lo personal, su personalidad me parece única, eso es una gran virtud, y no creo que aquella persona sea desafortunada, en lo absoluto -sonrió, con tristeza- No lo vea como un acto descabellado, todo aristócrata se ha enamorado alguna vez... Es solo que... -se aclaró la garganta- Simplemente mi personalidad es demasiado fría y dura como para experimentar cosas cálidas, como esas. Siéndole sincero, el no sentir ese tipo de sentimientos hace sentir como... si mi frialdad fuera algo como un defecto social, no sé si me explico bien... -acotó-

-Mm, entiendo y no digo que "aquel" sea desafortunado, por una parte, y si me permite elogiarme, tiene muchas cosas de las cuales estar orgulloso, sin embargo, por muy afortunado que pueda ser, no creo que el se sienta así, al parecer no se da cuenta -Desvió la mirada.

Siguió caminando antes de continuar:

-Sobre lo otro... pienso que el amor si es bastante descabellado, y si bien como usted dice, las aristócratas se han enamorado antes, hay una parte que no han logrado superar. Así mismo, le aseguro que su personalidad no es el problema... cada uno es como es por alguna razón especifica. Es sólo que hay algo que a usted le falta, solo eso... suponiendo que se da la oportunidad claro... Todo depende de la persona que elija -Se detuvo en medio del pasillo.

-Supongo que debe ser algo distraído- le contestó, tranquilamente, y siguió escuchando a la chica atentamente, de pronto, con aquellas palabras, algo más de sentido tuvo todo esto del amor - Encuentro que tiene toda la razón, todo sonó tan coherente, melodioso... esperanzador -Bajó un poco el tono de voz- Supongo que algún día aparecerá alguien para mí... -suspiró-

La Chica lo fulmino con la mirada y giró bruscamente hacia la derecha, donde se encontraba su casillero

-Pues si... bastante distraído a decir verdad -Gruño mientras dejaba los cuadernos de música y sacaba los de la siguiente materia. -Aunque mas que eso, supongo, no quiere darse cuenta, lo que es diferente. O por ultimo, muy a mi pesar... quiere a alguien mas.

La cara de la chica se había desfigurado completamente.

-Cuando la húngara lo fulminó con la mirada, sintió que había dicho algo que no correspondía en lo absoluto, y la había hecho enojar. "Roderich, eres un idiota, seguramente ahora te odia por ser un maleducado" pensó, jamás se le ocurriría que aquella mirada y tono de voz fueran por otras razones anexas. Aún así, no quiso deprimir a la chica- Disculpe si me he entrometido en algo... -se disculpó y guardó sus cosas para sacar los siguientes cuadernos-

-En fin -Suspiró -Disculpadme usted a mi, Señorito. Si he de ser un caballero, ninguna razón es excusa para reaccionar así. No es su culpa después de todo -Rió muy por lo bajo -Así que si me disculpa, olvidad que toda esta conversación ha ocurrido y permitidme comenzar desde Cero.

Cerro el Casillero.

-Mi nombre Es Elizabeta, pretendo postular a Caballero Real bajo las Ordenes del Aristócrata Roderich Edelstein -Pronunció al mismo tiempo en el que hacía una reverencia.

-El austriaco sonrió levemente, no como un signo de burla, simplemente necesitaba sacar esa sonrisa hacia sus labios, como algo espontáneo, nada personal. Mientras la chica se presentaba como caballero, al pelinegro le quedó rondando en la cabeza: "¿Quien será aquel obaka-san que no corresponde, o no se da cuenta de lo que sienten por el? Será idiota, en fin, ojalá le vaya bien a Elizabeta con él, le deseo lo mejor", pensó, y le habló a la Húngara-
- Mi nombre es Roderich Edelstein, distinguido Caballero proveniente de Viena, y bajo mis ordenes y voluntad, haré que usted sea el mejor caballero real jamás antes visto- Le devolvió la reverencia elegantemente-

-A sus ordenes, Señor, se presenta este humilde servidor, quien promete defender con su vida la vuestra. Ningún sacrificio es ni sera demasiado grande cuando se trate de Mi Señor. Espero que mis servicios sean de vuestro agrado. En usted descansa mi lealtad... Desde Hoy, Soy todo vuestro.

¿Habrá notado el Austriaco que la chica no estaba bromeando?

-En aquel momento, el pelinegro debió admitir que el lenguaje usado por la chica era lo suficientemente formal para atraer su atención de sobremanera. Llegó a pensar que las palabras de la húngara iban enserio. "Qué tonterías estás pensando, Roderich, ella jamás se fijaría en alguien como tú", y siguió hablando con la de ojos verdes intensos- He de comunicarle que me siento afortunado de tener un caballero tan fiel y leal como usted, y es mi deber que en el trayecto, usted será el mejor de los mejores. Desde hoy, vuestra dignidad se elevará a los cielos junto a la mía, para llegar a ser lo que aspira -sonrió al terminar de hablar-

-Oh, No, Señor! El afortunado aquí soy yo. No hay nada en el mundo que se compare con el Jubilo de protegerlo.
"Permitidme ser el de las promesas, permitidme ser quien de la vida por usted, sea de la forma que sea. Pues lo que para usted han sido solo palabras, para mi han sido las firmas de un pacto indestructible.
"Permitidme ser esclavo de su persona, que desde hoy, sin importar las sircunstancias, es sinceramente lo que mas anhelo -Bajo un poco la cabeza en forma de reverencia.

Seguramente el Superior solo lo tomaría como un juego, y era consciente de ello, sin embargo, era un riesgo que estaba dispuesta a correr.