Having a good time [Privado Elizabeta]

-El canadiense comía por primera vez en aquella gran escuela, estaba un tanto nervioso, conocía a muy poca gente de ahí, y para ser sinceros, no era para nada sociable, menos en un lugar en el cual era nuevo-
-¿Me darías la miel de maple, por favor?- Le preguntó a su osito, quien lo miró con cara de curiosidad y le preguntó-
-Está bien, pero.. ¿Quien eres tú? -le entregó la miel de maple-
- Te digo que soy Matthew! -siguió comiendo, hasta que vio entrar a una chica, tenía cara de ser agradable y simpática, pero aún así, su timidez le impedía el si quiera mirarle-

Ya era hora del almuerzo. La Húngara moría de hambre.
Luego de una aburrida clase de matemáticas lo único que deseaba era comer y tener algo de tiempo para dormir.

Entro a la cafetería con una sonrisa cansada... a pesar del letargo, no disimulaba su característica alegría.
Una vez dentro notó que un menudo Chico Rubio la observaba y desviaba la mirada a paulatinamente.
Tomo una bandeja, sacó algo para servirse y decidió ir a ver que tal.

-Hola -Sonrió -¿Te molesta si me siento aquí?

-El canadiense sonrió tímido- H-Hola, C-Claro, no hay problema en que te sientes ahí -Habló un tanto precipitado. De todos modos, no quería hacer de esta pequeña conversación, un silencio incómodo- M-Mi nombre es Matthew.. y v-voy en 1º año... ¿Y-Y tu? -con un esfuerzo poco menos que titánico, se atrevió a preguntarle-

El Chico era adorable... y los instintos de hermana mayor de la Húngara florecieron desde la primera palabra articulada por este.

-Yo soy Elizabeta, un gusto querido Matthew -Sonrió. -También soy de primero, lo que quiere decir que seremos compañero... que alegría! -Exclamo, para concluir con una pregunta -¿Hace cuanto llegaste al instituto?

- ¿E-Enserio?- El canadiense esbozó una sonrisita llena de dulzura, el saber que no estaba solo le daba más confianza- Que bien, seremos unos muy buenos compañeros -miró amablemente a la chica- Llegué hace unos dos días... Y no me he dado el tiempo de conocer toda la institución... Supongo que el tiempo corre demasiado rápido para kumagiro y yo... -sonrió, el canadiense era demasiado lento para sus cosas, vivía la vida a su ritmo, sin apuros- Y tú... ¿Desde cuando estás aquí? -algo inseguro, por tutear a la chica-

-¿Kumagiro? con que ese es el nombre del adorable oso -Lo dedujo -¿Yo? bueno, volvi hace solo una semana, pero ya conocía la escuela (?).

Clamo un poco su hambre con el Sándwich que había cogido y continuó:

-Vaya eres bastante nuevo! -Sonrió -De donde vienes?

-Ahá -asintió, moviendo levemente la cabeza verticalmente- Su nombre es kumagiro, y es un oso muy útil cuando se trata de compañía -había estado con él desde que tenía memoria- Y-Yo vengo de una escuela de Canadá, mi país natal... pero me vine aquí porque nadie me tomaba en cuenta... supongo que ellos hablaban demasiado -él era demasiado callado- Y... me vine también porque me dijeron que aquí enseñan muy bien, hay muchas personas que destacan mucho en esta escuela ¿Es eso cierto? -la miró con cierta curiosidad-

-Ah! ya veo! Pues yo soy de Hungría -Sonrió -¿No te tomaban en cuenta? ¿Como es que alguien como tu pasa desapercibido? ¡Eres tan adorable! -Rió -Eh! Bueno, si, estas en lo correcto... hay muy buenos alumnos en esta escuela, destacando al Austriaco "Roderich Edelstein".

Dio un mordisco al Sándwich.

-En fin, espero que tu estancia aquí sea grata... Cualquier cosa que necesites, no dudes en recurrir a mi, Seré para ti una especia de Hermana mayor -Sonrió

- Hungría... dicen que es un país hermoso -volvió a sonreír de aquella manera tan peculiar- No, supongo que todos allá eran demasiado serios, ¿D-De verdad crees que soy adorable? -Echándole un poco más de miel de maple a su postre- D-Debe ser genial ser conocido, como aquel alumno -jamás ha sentido lo que es ser reconocido por la gente- algún día yo destacaré por algo, lo sé -volvió a sonreir, y arregló sus lentes- ¿Serás como mi onee-san? -dijo alegre, nunca pensó que iba a hacer una amiga en tan poco tiempo-

-Pues obvio, si que lo es -Rió ante el cumplido del canadiense -Por supuesto que eres adorable -Agregó -Basta únicamente con ver tu rostro y ya me doy cuenta de que eres una persona muy tierna y amable.
-Bueno, sobre el superior... Supongo que es bueno ser reconocido cuando sabes contrarrestar el peso que eso conlleva, es lo que admiro de él, no se le suben los humos a la cabeza.
-Por supuesto, Estoy segura que también tú destacaras en algo, sobre todo en esta escuela. Somos todos muy diferentes y cada uno se caracteriza por algo en especial:
*Arthur (Pirata) es aventurero
*Roderich es el señorito
*Alfred Es el héroe
*Kiku es muy respetuoso
*Antonio es el jefe
*Gilbert -Gruño -Es el Chico Ego causa problemas.
*Tu eres muy adorable
*Y yo, Soy la Nee~Chan de todos -Sonrió -Así que eso responde a tus preguntas.

-Mientras la chica le hablaba, sonrió. Sí, el canadiense gustaba de mostrarse sonriente ante la gente- Ya veo, hay todo tipo de personas en esta escuela... Eso me agrada, p-podré conocer bastantes personalidades.. y-y podré tener muchos amigos~ -terminó de hablar, agregándole cierta pizca de alegría a las últimas palabras habladas-

-De seguro -Sonrió -Aquí no pasaras desapercibido -No por mi al menos, ademas tengo un amigo con el cual seguramente te llevaras muy bien.
Continuó comiendo, aunque su hambre ya no era tan grande como hace unos momentos, entonces se percato de lo que se había servido el chico.
-¿Miel de Maple? Típico de Canadá ¿No? Eso demuestra lo dulce que eres -Rió.

-¿De veras? -se mostró feliz- W-Wah~ E-Estoy ancioso por conocerlo! -comió un poco más y escuchó a la chica- Ahá -asintió- Típico de mi país. De hecho, esta viene exportada de allá -Le mostró el frasco- ¿Deseas probar un poco? -sonrió lleno de ternura, agradecido al escuchar el cumplido de la muchacha-

-¿Importado? en mi país no tenemos cosas como esas -Reprochó -Esta bien, vere que tal sabe -Rió.

Probo un poco del pegajoso jarabe, era bastante dulce, tal vez demasiado para su gusto.

-Es delicioso, aun es bastante dulce, las cosas así me hostigan, espero no ofenderte -Se disculpo.

Siguió comiendo de su almuerzo y recordó el tema que habían abordado antes de desviarse a la miel de Maple.

-Ah! lo había olvidado -Rió -De seguro mi Hermanito se alegra de conocerte, es un encanto de chico al igual que tu -Sonrió.