Disturbed [Privado Francis]

-El austriaco se encontraba tranquílamente leyendo uno de aquellos libros de músicos de la historia que solo a personas como él le interesaban, y que otras personas no le encontraban sentido alguno. Estaba tan interesado en aquel libro, que casi ningún sonido era capaz de distraerlo... casi ninguno, exceptuando por un molesto sonido que no sabía de donde podría provenir, pero era lo bastante molesto como para distraerlo. ¿Quien estaría haciendo aquel sonido en la biblioteca, lugar en el cual el silencio debería reinar?.
Dejó el libro de lado para observar a su alrededor. Nada, hasta mirar al costado derecho de la biblioteca.Y se encontró con el causante de aquel sonido. Era nadie más y nadie menos que el Francés haciendo chocar un lápiz sobre la mesa. ¿Quien más que él podía estar haciendo ese tipo de sonidos de aquella forma tan maleducada en una biblioteca? Cierto, los holgazanes de sus amigos.
El que pudiesen susurrar en una biblioteca lo podía pasar, pero el que estorbaran la calma de aquel lugar sin respeto alguno, le hartaba, por lo que se paró, y al frente del francés, lo encaró-

- Disculpa, pero estorbas a la mayoría de tu entorno de biblioteca -se refirió con la palabra "entorno" porque la biblioteca era demasiado grande para generalizar- con aquel sonido que haces al chocar el lápiz en la mesa. ¿Podrías por favor dejar de hacer aquel sonido? -se lo pidió con la poca paciencia que le quedaba-

Estaba aburrido, tenía tarea de música y realmente, aunque la apreciaba de cierta forma, lo que estaba haciendo le aburría de sobre manera, por tal motivo estaba jugando con su lápiz y hacía ruidos con el.

No había notado quien más estaba ahí y la verdad no le importaba mucho, mejor saco una de esas revistas para mayores y la coloco sobre el libro de música, empezó a leerla mientras que escuchó que alguien se le acercaba, alzo la mirada y vio al señorito, como él le decía, hablándole de no sabía que cosas, poca atención le puso.

-Roderich... mon amour... mon ciel... mon cheer no esperaba encontrarte aquí... -se levanto y casi paso todo su cuerpo sobre la mesa con tal de quedar a pocos centímetros de la cara de Austriaco - Pardon... no era mi intención molestar al señorito, no volvera a ocurrir~ Pero.. -susurro a su oído- no es manera de saludar a un viejo amigo.... así que porque no vamos a otro lugar a... no sé... ¿platicar?

Sonrió de esa manera tan suya, guiñeándole un ojo al mismo tiempo que le mandaba un beso... Esas acciones provocaban cierta molestia al Austriaco y lo sabía, pero le divertia ver los cambios de su rostro.

-Se alejó un poco de la cara del Francés, y algo de razón le encontró, aunque siendo él no debía darle un gran saludo- Buenas tardes -Contestó fríamente desviando la mirada, cuando el rubio se acerca a su oído y acota ciertas cosas- No tendría por qué saludarte de otra forma, no me das razones para saludarte de otra manera... ¿Y aún así quieres platicar? ¡Deberías estar haciendo tus tareas! -El austriaco le daba un "sermón" al de ojos celestes, mientras el le hacía gestos, y le mandaba "besos", cosa que molestaba más de lo normal al de pelo negro, siendo que ya venía con poca paciencia- ¿¡Es que acaso no sabes escuchar a la gente!? -habló un poco fuerte, no alcanzó a gritar, mientras se acomodaba sus lentes, y ni se dignaba en mirar a los ojos a su opuesto, por maleducado, según el-

Rode~ -hizo un leve puchero sonriendo al escuchar el frío saludo- por qué siempre eres taaan tú~....-paso una pierna sobre la mesa y luego la otra para quedar sentado frente a él y observarle detenidamente, la forma en que hablaba el Austriaco le causaba cierta gracia, siempre con un tono tan cortés, que simplemente ya no se utilizaba.

Apenas le escuchaba, se entretenía más en mandarle besos, hacerle guiños y ronronear un poco observando los gestos que hacia el otro al verle de esa manera - No alces la voz así mon amour~ -dijo poniendo un dedo indice en los labios del pelinegro sin borrar la sonrisa de los labios- es una regla de la biblioteca... pero ya te dije vamos a otro lado~ o es que te pongo tan nervioso que ni a los ojos me vez.. -le tomo del menton e hizo que le viera- o podrias ayudarme con los deberes.... a ti.. que te gusta la música -lo dijo con voz suave y sensual(?)

- ¿Es que acaso al rey de los pervertidos le incomoda ver a una persona más educada que él? -Preguntó arqueando una ceja. mirándolo... algo desafiante, pero muy poco desafiante- De todos modos, se me hace imposible ser de otra forma con personas como tú, de hecho, me sorprende el pensar encontrarte en una biblioteca, cuando tu hobbie es estar con los maleducados de amistades que tienes, ¿me equivoco? -El francés le seguía haciendo gestos, por lo que el pelinegro no quiso causar más alboroto- Rayos... -dijo de manera muy... refinada (?)- Contigo no se puede entablar una conversación for-- -El austriaco no alcanzó a terminar su frase, cuando un dedo índice, específicamente el dedo del francés lo silenció. Acto seguido, fue tomado del mentón para quedar cara a cara con su opuesto- ¿Q-Que rayos dices? -susurró- C-Claro que te puedo mirar a los ojos, son ojos como cualquiera, no eres nadie en especial -mantuvo su compostura- ¿¡E-Eh!? Déjame entender... ¿Me estás pidiendo ayuda para tu tarea de música? -rió por lo bajo, adoraba destacar en aquella materia- No sé, ¿En qué me beneficia ayudarte? Solo sería tiempo perdido, conociéndote...
Por lo que, volviendo al tema inicial, simplemente te venía a pedir amablemente que dejaras aquel sonido con el lápiz... Con tu permiso, me retiro a hacer algo más productivo -El austriaco dio media vuelta en dirección a su lugar inicial, donde estaba leyendo-

¿Pervertido? ... no sé de que hablas.... -sonriente- yo solo doy amour~ ¿quieres un poco? -bostezo un poco mientras hablaba y le regañaba, ignorando el insulto hacia sus amigos y mandandole besos y guiños muy insinuantes-

Mordía un lápiz de manera provocativa después de que el pelinegro se percatara de que le había pedido ayuda con su tarea de música, obviamente sus intereses eran otros.
-Tiempo perdido.. no mon cheer estas muy equivocado esta vez, realmente quiero pasar la materia, y tú siempre has sido... él mejor -dijo alagadoramente, no mentía en que era el mejor, mentía en lo de pasar la materia... solo quería pasárselo a él (?).

Antes de que se diera cuenta el Austriaco ya se daba la vuelta y se alejaba, el francés parpadeo sin entender porque se iba, pero se levanto y le alcanzo tomándole de la mano - Espera Roderich -dijo con un acento francés muy marcadamente sexy- Realmente necesito ayuda con la tarea... piensa en que practicaras y ayudaras a un alma en pena... -puso una mirada bastante profunda y penetrante - Dí que si mon ami~

-"Gott, ayúdame a aguantar a este idiota, por favor", pensó el pelinegro, y contó hasta diez, en silencio, para evitar estallar y bajar su reputación de niño educado que no rompe un plato ni mata a una mosca (?). Respiró profundo, y contestó- Está bien... te ayudaré, pero a la primera que te distraigas, tomaré mis cosas, y me iré al otro extremo de donde estés. ¿Has entendido? -Le respondió, frío, tajante- No quiero ni gestos ni miradas raras, mucho menos mordidas de niño pequeño hacia un lápiz, ¿Sabes cuanto dinero gasta la institución en estos lápices? -sermoneó al francés, quitándole el lápiz- Solo hablarás cosas constructivas, ni se te ocurra pedir descanso, la hora será cronológicamente exacta: Te daré una hora y media de mi tiempo, si no aprendió, que pena por usted -lo dijo en un tono sarcástico- Y además no veo nada malo en repasar aquí mismo, en otros lugares es más fácil que te distraigas -al terminar de hablar, tomó el libro de música del francés, y empezó a ojear- ¿Es esto lo que no entiendes? -arqueó una ceja-

Sonrió complacido, primera fase de su plan malevolo para enamorar al señorito estaba completa, segunda fase en acción.

-Aha... bueno realmente.... -tomo el libro y lo hojeo- si aqui esta... -le enseño el indice- No entiendo nada~ -fruncio un poco el ceño haciendose el que no entendía, realmente lo entendía a la perfección, le aburría y talvez fuera un poco lento resolviéndolo, pero lo sabía hacer. En ese momento solo buscaba llamar la atención del Austriaco. Como quien no quiere la cosa, y con la cara más inocente y menos obvia que pudo hizo un movimiento sexy con su cabello -Podrías darme clases particulares... -le dedicó una sonrisa- Claro si quieres una recompensa.... -sonrio de lado y vio a otro lado, eso si fue un poco más insinuante-

-Esto de enseñarle a la gente no lo hago por recompensas, lo hago porque la música es algo esencial, que todo el mundo debería saber por cultura general, ¿Entiendes? - Haciendo un memorial y resumen acerca de aquella materia, que para él era pan comido- Además, ¿Qué tipo de recompensa me podría dar alguien como tú? -Captó a la perfección aquel tono insinuante- De hecho, tampoco me gustaría saber -cortó el tema, e incluso algo inspirado por aquella materia, comenzó a explicarle al rubio "con manzanitas", pensando que el C.I de éste no sería tan alto como para entenderlo con términos más técnicos y sofisticados, pensaba el aristócrata- ¿Vas entendiendo? -terminando de explicar uno de los breves temas de aquella materia, preguntó-