El ensayo [Privado Kiku]

*El austriaco se encontraba tranquilamente sentado en uno de los últimos escritorios de la sala común, leyendo y releyendo unos papeles que parecerían ser las pautas de una canción complicada. Hacía arreglos en las hojas, movía los brazos en forma orquestal, y volvía a leer los papeles. Algo no le calzaba, algo no era correcto. Estuvo varios minutos leyendo una hoja en particular, hasta que pudo encontrar el pequeño error, que impedía que la hermosa canción para piano fuera perfecta. A un costado del escritorio habían unas hojas de pauta entera vacías. ¿Para qué? Para pasar en limpio el trabajo que había hecho en las hojas que ahora leía, no quería ver su pauta final llena de borrones que le quitaban la elegancia.
Unos tranquilos pasos des concentraron el trabajo del Pelinegro, haciendo que mirara a un lado, y encontrándose con el japonés, quien se acercaba a él*

- Buenos días, Kiku. ¿Se te ofrece algo?

-El oji violeta lo miró, un poco más tranquilo-

-Eres muy amable, pero creo que ya he dado por finalizada esta pauta, de todos modos, me honra y se agradece el que quieras ayudar. ¿Hay algo en lo que te pueda ayudar para agradecer tu amabilidad? -El austriaco dijo tranquila y pausadamente, mientras se sacaba y limpiaba sus lentes- Ya he terminado todos mis deberes, y si necesitas algo, puedo darme un tiempo para ayudarte -Esbozó una pequeña sonrisa, intentaba dar una buena impresión-
- Aparte, ¿Podría yo saber que grado cursas? Me ha entrado la curiosidad de repente.

Al parecer, somos compañeros -sonrió de forma leve-
Puedes tener la tranquilidad de que he terminado todos mis deberes, claro que puedo ayudarte, ¿Donde tienes los ejercicios? -Dijo de forma dispuesta, ya que uno de sus grandes gustos ocultos son las matemáticas, siempre ha gustado de enseñar a la gente, por muy poca paciencia que tuviera-

- No es nada, no es nada -respondió el Austriaco de forma tranquila, mientras observaba los ejercicios del Japonés y los resolvía mentalmente para luego explicárselos-
- Mira, este ejercicio es muy fácil de hacer -tomó un lápiz y le explicó paso por paso el ejercicio, sin saltarse ningún detalle-
- Y es así como termina el ejercicio, jamás puedes olvidar los signos, se podría decir que son muy importantes para la correcta ejecución del ejercicio -dejó el lapiz a un lado- Te ha quedado claro, o es de tu necesidad que te explique otra vez? -cuestionó, detestava dejar a la gente con dudas-

- Me alegra bastante que hayas entendido, debes recordar que la matemática no consta de estudio, es ejercicio, por lo que, como tu compañero, es mi deber recomendarte que ejercites mucho y se te hará muy fácil -mostró su lado amable, aquel lado que cierto albino jamás podría ver-

- No creas, Kiku-san. El explicar bien, solamente se da en personas ordenadas y aplicadas, en este caso, he escuchado de bastantes fuertes que eres un alumno aplicado y te esfuerzas, por lo que para mí -se apuntó asímismo de forma delicada, tal y como un aristocrata lo haría- es un agrado enseñarte. Pero en cambio, a los alumnos de mala calaña, como lo es cierto prusiano que anda por ahí con aquellos gorilas... -se podía ver una mueca de molestia en el Austriaco, más que odiar al albino, detestaba verlo con gente, aunque no lo admitiera- Créeme que jamás le enseñaría, ni siquiera a sumar. -sentenció, volviendo a su compostura-

- Dime... ¿Desde cuando llevas ensayando estos ejercicios?

Te refieres a Gilbert-san?... yo creo que es un buen chico solo algo hiperactivo -ríe levemente por la forma en que el Austriaco trata al Prusiano, al parecer no eran muy amigos.-m... desde ayer por la noche- sonríe- pero aun a si no los logre entender, por eso muchas gracias por su ayuda Roderich-san-cierra su cuaderno y guarda sus lapices- y usted que hacia paresia estar ensayando para una canción o algo a si?-pregunto la verdad no savia a que se dedicaba Roderich, nunca antes se le había dado la oportunidad de poder hablar mucho con el por lo que quería conocerlo mas.

- Ojalá solo fuera hiperactivo... Ano obaka-san maleducado, no saber hacer otra cosa que perder el tiempo... -El Austriaco se tranquilizó, pues no era de gente educada el andar hablando de esa manera, y perdiendo la compostura ante los demás. Miró su ensayo, y volvió a mirar al japonés, arreglandose los lentes con mucha clase-

- ¿Ah? ¿Este ensayo? Es para una graduación, el profesor de música me ha pedido que la toque. ¿Tienes algún amigo en el último año de secundaria?

m... pues no solo hablo con alguno de ellos pero no somos amigos por que lo preguntas Roderich-san?-como habia dicho el no era bueno para ser amigos por lo que conosia a muy poca gente en la escuela- espero que logres tocarla bien, tu eres un exelente musico -le sonrie muy animado-

- Lo decía, por que los alumnos del último año invitarán a gente a ver la graduación, y pensaba que lo habían invitado. Pero, al parecer, no ha sido invitado. Por eso, cordialmente le invito a que vea la graduación, para que pueda oir la pieza. Mis más sinceras disculpas por no darle una invitación más decente, cuando nos volvamos a ver le entregaré algo mejor - Habló pausadamente, logrando no cometer ningún error en su forma de hablar, e incluso, logrado un tono uniforme.-

- Me halaga su forma de hablar acerca de mis habilidades para la música, Kiku-san.
-esbozó una pequeña sonrisa, era satisfactorio para él, el ser conocido por ser un buen músico-

muchismas gracias por su invitacion Roderics-san, ne te preocupes por la invitacion no hay ningun problema de que me lo pidas de esa forma -sonrie- esperare con ansias la graduacion para poder oir su pieza musical.

solo dije lo que creo roderich-san a si que no deve darme las gracias-sonrie nuevamete, rederich era un chico bastante educado y formal como el por lo que le encanta hablar con el, no sentia una barrera como con las demas personas.

- No es nada, será muy agradable verlo en la graduación- El austriaco se dirigía a guardar sus papeles en aquel bolso que permanecía posado en la silla siguiente a la cual el pelinegro estaba sentado-

- Su manera de pensar me agrada -respondió, el japonés era una persona respetuosa a su juicio, no era como la mayoría del instituto-

- Disculpe, pero, ¿Se dispone a ir a algún lado?. Si gusta, puedo acompañarlo- Ofreció amablemente-

pues me disponia a salir a caminar un rato -dijo sonriente- si usted desea acompañarme no hay ningun problema sera un honor estar con usted.

-toma su bolzo, levantandoce de su puesto- que tal si salimos al jardin claro si usted desea? -pregunto al Austriaco ya que no queria ir a un lugar que a este no le agradara.

- Por mi parte no hay problema, en mi criterio, el jardín es un lugar bastante agradable para poder hablar un rato - Terminó de arreglar sus cosas, y comenzó a caminar al lado del japonés. Como para él, era de mala educación permanecer entre silencios, comenzó un tema- Y... ¿Desde qué año cursa en este instituto, Kiku-san? -comenzó preguntándole al Japonés-

desde primer año, pero para serle sincero jamas tuve muchas amistades y las que tuve se fueron- dijo algo sentimental, lo que había dicho era verdad no tenia muchos amigos solo conocía a gente con las cuales podía charlar pero jamas entablo una amistad con alguna de ellas.- y usted Roderich-san? la verdad no recuerdo si fuimos compañeros el año pasado, o es que es usted nuevo?- pregunto de la forma mas educada que pudo.

- Hm... Pues yo llegué aquí este año, y francamente me cambié de escuela porque mi institución anterior no otorgaba una educación de calidad, y... los alumnos no eran lo suficientemente serios y educados para sus edades, el ambiente de aquel colegio no me gustaba. Es por eso que paré aquí, aunque he conseguido muy pocos amigos desde que llegué, porque a la minoría de la gente le agrada mi forma refinada de ser... No es mi culpa buscar gente ordenada y culturizada con la cual iniciar una conversación formal, ¿no? -Respondió, recordando a su antigua institución y a la gente que había conocido este año-

así que usted es nuevo en este instituto y estoy muy feliz de haberlo conocido es usted una persona muy agradable y estoy contento de ser su amigo -sonríe- bueno yo también no tengo muchos amigo por mi manera de ser tan educado y formal, mucha gente no esta acostumbrada hacer como nosotros. pero yo me siento muy feliz en estar en este instituto, ya que he podido establecer amistades. Si es verdad yo de echo también trato de buscar gente educada y culturizada como yo pero es muy difícil de encontrar a alguien a si verdad Roderich -san?

- Le encuentro absolutamente toda la razón, es complicadísimo encontrar a gente así, generalmente la gente que se acerca a una persona educada, es aquella gente de edad menor, que no sabe mucho acerca de la educación y la mala educación, como lo son la gente de primer grado, según pienso yo -acotó- Pero... supongo que así se mantiene un equilibrio en el instituto... -refiriéndose a aquellos contrarios a él, renegados a seguir un orden y moral- Pero algún día habrá orden completo, algún día... -suspiró- En fin, aquellas personas jamás serán capaces de entender nuestra mentalidad -terminó el austriaco, arreglándose sus dientes sofisticadamente-

es verdad yo también he tratado de encontrar gente que sea sostificada y educada pero últimamente es muy difícil de encontrar, bueno en verdad yo tampoco suelo de ser muchos amigos por mi manera de ser y por que suelo ser algo tímido y no me atrevo a cercarme mucho a la gente, si yo creo lo mismo que usted algún día llegara donde haiga orden completo y gente refinada como nosotros espero no estemos equivocado Roderich -san -dijo el japones mientras se arreglaba su cabello-

- Tenga la seguridad absoluta que estaremos en lo correcto, somos las personas con más criterio como para decir que es lo correcto y que es lo incorrecto. No es que seamos perfectos, es solo que sabemos pensar las cosas -Dijo, tal y como una persona fría y sin escrúpulos diría, es una de las tantas partes que el austriaco muestra a pausas-

si y no sabe la alegría que me dio en conocerlo nunca pensé que encontraría alguien educado y tan formal al igual que yo, así que pienso que seremos muy buenos amigo y eso me causa una felicidad tan grande y ademas de eso somos tan parecidos en la manera de ser tan educado y formal no lo cree Roderich-san? -el japones se sentía muy contento y muy cómodo ablando con Roderich-