Fiesta escolar de Halloween [abierto]

-El austriaco había llegado algo molesto a la fiesta, ya que el no podía estar ahí, no debía, el quería estar en su habitación, practicando en su preciado piano, o simplemente haciendo los deberes que la institución le pedía. Ni siquiera iba como él quisiera, de algo realmente formal. Iba vestido de una especie de doctor maligno, una cosa rara que ni siquiera el entendía. No tenía nada que hacer ahí, no estaba Hungría, del Albino ni hablar, y no era conocido por ser amable. estaba por irse, cuando ve a cierto Español afirmado de un Italiano con mucho esfuerzo- Será ese uno de los tres gorilas que hacen desmanes? -se contestó automáticamente- Pero... el pobre chico apenas se lo puede... -susurró para él mismo- Sería una mala educación dejarlo ahí, solo. -Se acercó al Italiano y al Español, y preguntó- Disculpen, ¿No necesitan ayuda? -Realmente la pregunta solo iba para el italiano, pero no quería ser descortés-

he...-voltea para encontrarse con el Austriaco- Roderich... pues si este bastardo idiota borracho que no me deja en paz... -dijo algo molesto mirando al Español con el seño fruncido, la verdad no le molestaba estar con el Español, pero su orgullo decía otra cosa-

-No era de las personas amables, pero veía que el Italiano casi no se la podía con todo ese peso encima- ¿Le ayudo a llevarlo? -El austriaco tomó al Español del otro hombro, aliviando notoriamente el peso del Italiano. Detestaba tener gente borracha a su lado, pero era de una persona educada ayudar al menos un poco-

-El español sintió a otra mano que lo ayudaba, y sintió que como Jefe, su dignidad bajaba notoriamente. ¿Lo ayudaba un aristócrata? Eso jamás lo permitiría-
- ¡N-No estoy borrach--! -El mayor se safó de sus ayudantes, y cayó de bruces al suelo, fallando en querer parecer una persona normal en el sentido de estar sobrio-

ha...-suspiro- eres Idiota o que bastardo!-exclamo ayudándolo a levantarse- claro que estas borracho, a caso crees que no lo sabia idiota...- logrando levantar lo y junto al Austriaco lo llevaron al asiento mas cercano.

-Entró en la etapa de niño pequeño de la borrachera- Y-YO NO ESTOY *hic* EBRIO! -Reclamaba de forma idéntica a la de un niño de no más de 5 años, mientras pataleaba infantilmente y hacía berrinche, haciendo que la mitad de la fiesta lo mirara extrañado- Y-YO ESTOY BIEN! *hic* -Como tenía un vaso en mano, al hacer berrinche, el jugo salió disparado autorepartiendose entre el Italiano y el Austriaco-

-le salpica jugo en todo su traje dejándolo todo sucio- pero que mierda as hecho idiota!!, mira como diablos me as dejado maldición, deja de comportarte como un niño de 5 años bastardo!! no se por que me quede ayudándote!! eres un inútil Antonio!! -deja al español y se va molesto-

- L-Lovi, no te vaya--- -Al intentar pararse, vuelve a caer, viendo como aquel Italiano especial se iba, quedando solo a una persona a quien recurrir. Calló unos segundos, hasta que el Italiano había abandonado la fiesta, el mayor se veía devastado de un momento a otro- R-Roderich... -habló entrecortado- ¿P-Podrías llevarme con él, o simplemente pedirle que vuelva? -No sabe como tiene cara para hablarle a un, ahora, furioso Austriaco, quien seguramente empezaría con los sermones. A el no le importaban los sermones, quería a Lovino ahora, Maldición! Y no había nada que pudiese hacer en su estado para que volviera-

-Lo miró, y se preguntó que cómo aquella persona que en algún tiempo fue tan cercana a él, había caído tan bajo- ¿Sabes por qué se marchó? -dijo serio, sacándose el chaquetón blanco, quedando en pura camisa- Porque estás borracho a más no poder, y eres horriblemente egoísta y terco. ¿Cómo esperas que alguien tan contrario a tí te quiera así, ebrio y terco? -Estaba perdiendo los estribos poco a poco, si seguía, los perdería, y seguramente el moreno saldría herido sentimentalmente-

-Con algo de melancolía, acotó- No es que sea egoísta y terco... -apuntó a aquel dulce ponche que lo mantenía en aquel estado- Eso de ahí me mantiene así, y yo soy un imbécil por saberlo, y no hacer nada para remediarlo... Pero en el fondo... *hic* n-no he sido una mala persona, h-he sido un jefe excepcional, ¿Sabes?... Y aún así, en estas condiciones me atrevo a ir a buscar a lovi... ¡A MI LOVI! -aumentó notoriamente el tono de su voz- Pero sé que él no se merece a alguien como yo... Soy un idiota... -se paró lentamente y se sentó, cansado, con ira y rabia, quería gritar, de un momento a otro aquel alegre español pasó a ser un serio y enojado Antonio- R-Roderich... Tú que me conoces... Ayúdame al menos un poco, solo por esta vez... -El español habló en un tono bajo, suplicándole ayuda al austriaco-

- ¿Y de qué te sirve lamentarte?... -respiró profundo- Tranquilízate, yo voy, y vuelvo -fue a buscar un poco de comida, para que el español bajara sus niveles de alcohol- Ahora quiero que simplemente comas, todo lo que puedas, y como conozco tus gustos, te traje comida con tomates, así que come, y luego ve a buscarlo si tanto lo amas -contestó serio, realmente encontraba una locura, pero era su ex-esposo, y rencores no le guardaba- Come luego, ya debe ir lejos.

-Miró toda la comida traída por el austriaco, y lo miró extrañado- ¿Que rayos haré con *hic* toda esta comida? -comenzando a comer- ¿D-De que se servirá para recuperar a mi Lovi? -le miró, algo melancólico-